"Deprisa, deprisa"
No acabo de comprender cómo no lo recordaba. “Deprisa, Deprisa” es una de las pelis que más me han impresionado jamás, algunos de sus fotogramas se mezclan con recuerdos vividos y sensaciones intensas. Quizas no podía enfrentarme a ellas. Además de la triste mirada, y a la vez llena y esperanzada cuando mira a Pablo, de uno de los personajes más interesantes de la peli, Angela interpretado por Berta Socuellamos, creo que es una estupenda recreación de un tiempo y unas circunstancias que me son cercanas. Quizás por eso dejé en el recuerdo lejano esas sensaciones que a la vez me atraen poderosamente al recordarme, la adolescencia, un gran amor, las circunstancias de un pueblo de la periferia de Madrid, junto al deseo de huir de todo ello, pero de no hacerlo sola. Fueron momentos duros, muy, muy difíciles, viendo esta peli, recuerdo hasta el olor de aquellos momentos, la tensión, la impotencia…., también recuerdo personas válidas, perdidas, creo que creían que no tenían muchas posibilidades de salir de aquello, de aquel ambiente que les atrapaba. Quizás les falto la fuerza que yo tuve. Creo que recuerdo mi mirada en la de Berta. Sigo pensando que alguien me cuida, que además de mi esfuerzo constante, alguien, vela por mí... Y me sale la vena agradecida, y me emociono y no puedo seguir escribiendo.
(Todo lo dicho, salvando las distancias,claro,...., ¡que yo nunca me he endrogao ni he atracado a naide, :)), que conste!
3 comentarios:
Muy valioso este “post” para mí porque me ayuda a imaginar con relieve y viveza un trozo de tu vida –que acaso no fue destrozo de una vida gracias tu fuerza y empeño personal, precedentes de las que has sacado en otros tipos de circunstancias duras. Desde luego, una buena memoria biográfica tiene que darte fundados motivos para creer en ti misma. Ayer, al leer otro blog vi que su autor llamaba a las entradas o “post”, postales. Suelo preferir los términos españoles si son adecuados (no estoy seguro de si este lo es), el caso es que a esta entrada sí que le pega mucho lo de postal, porque deja en la mente recuerdos visuales de paisajes, de paisajes humanos y circunstanciales de otra época. Por cierto, la película es de 1980, y me imagino que la parte de tu vida que te recuerda pertenece, al menos en parte, a esa década. Dicho sea de paso, el protagonista parece ser que murió de sobredosis de heroína (como no pocos que siguieron similares inicios y caminos) en 1992. Acaso no tuvo una mujer luchadora, amorosa y consecuente a su lado. En fin, no es extraño que diera verosimilitud a su personaje. Hay personas a las que lo que les ha quedado más grabado de esa cinta es la mirada de Berta Socuéllamos; la he contemplado tratando de imaginarte a ti, a la que tú fuiste, lo que para un estimador de Ortega como yo es incluir en ella la circunstancia que viviste. Por cierto, que tal vez sepas que la famosa frase que más se cita de Ortega, se suele decir de manera incompleta, y la segunda parte de la frase tiene gran importancia personal y moral: “Yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella no me salvo yo”. Tú, con tu profundo sentido de la responsabilidad y tu capacidad de amor, has salvado y te has salvado en importantes ocasiones. Y por ello –también- te admiro.
Me da verguenza, sí,leerte, porque cuando lo hago pienso si no será la retórica que empleo naturalmente o el tono íntimo que tienen las entradas que cuelgo lo que puede producir estos comentarios tan generosos, que me agradan tanto,...pero que a la vez me llenan de responsabilidad. Ya sabes,....
Gracias por tus palabras y por tu admiración, sabes que es mutua. A veces aprendo tanto contigo que tus palabras e ideas ponen nombre a lo que yo no he sabido nombrar. Nuestras conversaciones, también tus palabras, las recibo como lecciones, ávida simpre de escucharte, cuando compartimos pensamientos sobre la vida y los hombres y dejamos parte de nosotros en esos momentos (u horas :)). Un inmenso abrazo y mi cariño
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