Me encanta la luz que empieza a tener Madrid, es el anticipo del otoño. Mi casa es fresquita y cómo estos días tampoco hace mucho calor, es un placer disfrutarla. Así, como ahora, en la hora de la siesta Tengo que echarme un chal para coger el sueño.
Hoy cuando he llegado a casa, mientras me preparaba un pescadito, he tenido un momento dulce, mientras vigilaba la cocción, la luz que se filtra por entre las baldas de la persiana, se veía de un amarillo suave, con toques verdosos, me recordó a un Verdejo fresco (Uhmm), el color invitaba a pensar en un cálido y relajante masaje o quizás en una mano, en su calor. Si me pongo debajo de esa luz, ¡ese calor!, es como si la propia Naturaleza te mece y acaricia. Luego he mirado mi hierbabuena, tan verde ¡creo que prospera!, Oscar me dio la idea de colocarla en la terraza de la cocina cuando me enseño la suya. Cuando entro y salgo suele moverse alguna rama y deja un aroma estupendo.
2 comentarios:
Momentos de fina sensibilidad para los sentidos en que pareces disfrutar como un gourmet de todos ellos. La atención a los pequeños detalles de la circunstancia permite gozar a veces de ligeras delicias que pasan invisibles para muchos. Bienaventurados los que saben percibirlas porque la vida será más vividera para ellos.
¡¡Y luego disfrute una siesta!!..fue genial. :)
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