Este verano hice un tramo del Camino de Santiago, 112 Km., de Sarria a Santiago en 5 días. He tardado en colocar toda la información y las emociones en su lugar, supongo que ese es el motivo de que haya tardado tanto es escribir, en recordar y darle significado a muchas cosas que pasarían desapercibidas o sin sentido si no las piensas un poco. Me siento un Sherlock Holmes de mi misma, encontrando indicios y elaborando teorías seudo psicológicas.
Bueno he tardado en escribir, por eso y porque tengo tanto trabajo que he estado cansada, casi todo el tiempo libre lo he ocupado recuperándome para el día siguiente, pensando cómo organizar mejor mi tiempo y la energía para abarcar más actuaciones, habrá a quién le cueste creerlo pero estamos realmente desbordados. Aunque los resultados de estos esfuerzos son muy satisfactorios. Esto merece una reflexión y creo que la acabé de elaborar el sábado pasado. Estuve en el Palace tomando el té con unas amigas (una tarde deliciosa), y sencilla tanto por la compañía como por el talante, a pesar del lugar. Contrariamente a lo que suele pensarse, y por qué no decirlo a mi experiencia, no hablamos de hombres, sino de mujeres, de nosotras, de cómo habíamos salido de tal o cual situación, de cómo nos enfrentamos a la vida,….Bueno, retomo, la cuestión, al tratar cómo nos dedicamos al trabajo y a nuestra carrera profesional para avanzar en ella, para progresar en definitiva, se manifestaron dos tendencias de opinión entre nosotras, la de las que opinaban que el punto básico, esencial, para que nuestro progreso laboral fuese más costoso eran las cortapisas que una sociedad masculina nos imponián y otras que opininábamos que ese argumento era sólo uno de los factores, importante ciertamente, y que nosotras tenemos responsabilidad y capacidad de decisión en una parte íntima y de gran transcendencia, la del “modo” en que nos colocamos cuándo estamos trabajando. Muchas mujeres cuando llegamos al trabajo nos ponemos modo “trabajo” y eso es lo que fundamentalmente ocupa nuestra cabeza, la forma mejor de hacer tal o cual cosa, las previsiones para los días siguientes,…en mi caso a veces ni yo me doy cuenta de que entro en una concentración profunda supongo que porque han llegado a ser semiautomáticas muchas de las respuestas debido a la experiencia, después de 22 años, muchas cuestiones van rodadas, aunque siempre sale un respingo de alerta para entrar en lo que da para pensar, para ver cómo lo hacemos de la forma en que menos trabajo formal o burocrático dé pero mejores resultados obtengamos, mejor servicio prestemos. En definitiva eso es para mi el modo “trabajo”, para diferenciarlo con otros modos diré que en casa estoy en modo “cuidado, mimo…” hacia mi misma y mis cosas materiales y emocionales, animadas o inanimadas. En definitiva vuelvo al concepto de responsabilidad personal, a lo que nos hace realmente libres y a lo que más tememos y más esfuerzo nos requiere: responsabilidad, la de cada uno para con su vida (evidentemente salvando las situaciones de dificultad extrema, cualquiera de los factores que puedan producir discriminación, por lugar de nacimiento, enfermedad, desgracias…).
Bueno, esto viene al caso porque yo quería hacer al menos una parte del Camino este año al haber concluido alguno de mis objetivos, formativos y también de trabajo personal conmigo misma. No se cómo explicarlo: creo que lo que más me he sentido durante este año ha sido libre, es posible que se deba a que cuando concluyes lo que decides emprender y lo finalizas satisfecha a pesar del esfuerzo, sientes que vas por el camino que tu has dirigido.
Es cómo si hubiese dejado por ahí la mochila de los miedos, como si me reconociese y asumiese, ahora completamente porque tengo una seguridad, yo puedo confiar en mí, y me conozco bastante. Cuando digo esto es cómo si me diese un gran abrazo, pero raro , como de bailarina, con un paso-abrazo de los pies a la cabeza, un abrazo consciente de todo lo que queda por hacer pero también de que lo haré posiblemente en mejores condiciones ahora, porque el miedo incapacita o pone muy difícil el avance.
Pues así me fui a Santiago, mientras me iba quitando lastre, y cada paso en vez de pesar me animaba a dar el siguiente. El Camino lo hice acompañada de quién me ha acompañado una gran parte de mi vida y así, hemos compartido, también como en la vida, camino, palabras, unas cuerdas y otras idas por el cansancio, reflexiones, secretos, silencios, muchos silencios, y respeto. Ricardo ha llegado a ser un hombre bueno conscientemente, lúcido, que me ha estimulado intelectual y profesionalmente, también me ha impulsado en el análisis de mi misma. Cuando yo le transmito mis provincianas inquietudes él las ahuyenta con realismo, con afecto, ahí es cuando nos recuerdo, el día que nos conocimos en 3º de básica, a la salida de una clase, nuestras miradas se cruzaron, pude ver esa mirada amplia de paz y seguridad.
Y así comenzamos a caminar, éramos un grupo de 50 personas, de toda condición y en circunstancias diversas, personas solas, parejas, amigos-amigos (como nosotros), familias más o menos amplias. Cada día hacíamos alrededor de 23 Km. El primer día cometí un error y estrené unos calcetines especiales para andar, me los puse a conciencia pensando en las bajadas (tienen la puntera y el talón mullidito), pensé que me ayudarían no podía pensar otra cosa, este verano estuve en la sierra (17 Km.) con los dichosos calcetines, y me fue fenomenal. ¿Quién iba a pensar? Bueno, pues ese primer día me hice unas rozaduras importantes, así que a partir de ese momento tuve que vendarme los tobillos. El dolor se hizo intenso los días siguientes pero una vez que comenzaba, que conseguía calentar, se hacía más soportable, dejé de llevar peso, Ricardo me lo llevaba (a pesar de que tenía una ampolla en la planta del pie que le molestaba bastante), y yo me ocupaba del botiquín. El paisaje y el silencio me ayudaban a continuar, quizás lo peor era parar porque sabía que luego debía comenzar de nuevo. Cada 7 u 8 Km. teníamos un punto de encuentro con el guía. Me hubiese quedado disfrutando de muchos rincones maravillosos pero el camino es eso,” hacer camino al andar”. Es agradable ir compartiendo saludos con los peregrinos, desear y que te deseen “Buen camino”. A veces mientras caminaba recordaba sucesos de mi vida, la verdad es que recordaba más los especialmente agradables y me emocionaban, también rezaba bastante, en silencio, cómo me gusta, me ayuda a meditar, las oraciones son como un mantra que poco a poco te introduce en una zona más profunda de tu interior. Los bosques invitaban a esa introspección, aunque era verano, en algunos bosques ya caían hojas, bellotas, castañas,…también era frecuente encontrar moras, flores silvestres, grandes campas verdes dónde daban ganas de tirarse a descansar y dejar que el sol te adormeciese. También arroyos y fuentes, murmullos que acariciaban, si prestamos atención a los sonidos del silencio se perciben matices maravillosos. El ingenio y el negocio también pueblan el camino, multitud de bares que intentaban cubrir especialmente las necesidades de los peregrinos andarines.
Vuelvo a mis heridas, el tercer día me comenzaron a sangrar algunos deditos de los pies, así que también los vendé, luego me era complicado meter los pies en las botas y hasta que calentaba tenia que andar como un tentetieso, Ricardo se reía de mi y bromeaba con empujarme y verme caer, yo me defendía con mi bastón, bueno, haciendo un poco el indio
Cada día se iba haciendo más duro, el último día fue tremendo, hubo un momento en el Monte do Gozo, a las tres de la tarde, con un sol de justicia, en que se me fue la pinza bastante, noté claramente que el cansancio me produce falta de atención y decisiones precipitadas, debo cuidar eso, puede traer consecuencias graves, equivocaciones…
Y llegamos a Santiago, con los pies destrozados, hechos un ecce homo. La misa del peregrino fue realmente emocionante, la catedral de Santiago es más impresionante cuando llegas a verla con tu pequeñez. Quizás esa es otra percepción interesante, según vas caminando, apoyándote en tu bastón, buscando la forma de colocar tus pies, protegerte del sol o la lluvia, cuidar tus ampollas,…coger aliento a la sombra de cualquier árbol,….vas tomando conciencia de que no eres gran cosa comparada con la Naturaleza. Cuando te levantas, te vistes,…te vas cubriendo de cosas que parece que te aportan humanidad, dignidad, cualidades humanas,….pero cuando te ves en el monte contigo mismo sin todos esos añadidos es como si fueses desnudo y así me sentí yo, ahí creo que está el reto, en no esconderte de ti mismo y lograr aceptarte sin añadidos , sin adornos, echando la vista atrás y viendo cómo ha sido tu vida, cómo han sido tus pasos, porque esencialmente esos pasos dicen lo que eres.
La cola para conseguir la Compostela es más dura que alguno de los tramos del Camino, creo que esperé como dos horas. Te hacen una especie de interrogatorio cuando te reciben, no es una concesión automática. Por allí se decía que había tráfico de Compostelas y que se vendían a 100 pavos. ¡Yo a ese precio la vendo !
Espero volver, me gustaría hacer el Camino completo, a ver si es posible que reúna más días de vacaciones, quizás para cuando cumpla los 50.
Me gustaría recordar incluso los pequeños detalles y que vaya aflorando lo aprendido. De momento puedo compartir algo: Decisiones que parecen acertadas racionalmente, a veces pequeñas, tienen grandes consecuencias y no siempre son las esperadas, positivas. En cuanto duele hay que parar y mirar (intentar sentir el guisante que nos incomoda, como la princesa del cuento), curar si es necesario y sin regodearse en el dolor, continuar. Cuando las cosas se ponen difíciles de verdad lo que te digas a ti mismo es lo que lograrás. Cuando te interesas por el dolor de los demás olvidas un momento el tuyo, y cuando se interesan por tu dolor lo aligeran, lo alivian. Nadie hace el camino sin sufrir pero a pesar de eso la mayoría de los peregrinos tienen buen talante y regalan sonrisas.
Me acordé de muchas personas que he conocido en mi camino vital, de la mayoría por buenos recuerdos y con afecto intenso, de algunas con un poco de pesar. A todas: "Buen camino"
"La verdad es más importante que la paz, porque la mentira es la madre de la guerra." Gandhi
martes, 11 de octubre de 2011
sábado, 28 de mayo de 2011
Me siento muy orgullosa de que muchas, la mayoría de personas que estáis por aquí, seáis/seamos, tan comprometidas social y políticamente.
Me gusta sentirme rodeada de personas capaces de significarse, de dar a conocer sus creencias sin reparos. Esta forma de actuar, sencilla, directa,…nos da la oportunidad de poder darnos que pensar, ver desde otros puntos de vista. Hace poco uno de vosotros me trasladó lo que creo que son unas palabras sabias, no recuerdo el autor, más o menos decía que existen textos y teorías varias que quieren enseñar a convencer a los demás pero que no existe ninguno que enseñe o guié en el “dejarse convencer”.
Yo he intentado dejarme convencer, de veras,…No me mola nada tener que trasladar esta visión pero, tal como yo lo veo, desde mi parcial, sesgado y condicionado punto de vista, que he intentado depurar hasta el máximo, porque cómo digo, me hubiese gustado participar en este movimiento 15 de Mayo, tanto personalmente como difundiendo sus excelencias: No puedo.
Me he decidido a escribir estas palabras porque no me parecía muy honesto no manifestarme ante algunas de las noticias o informaciones que estamos compartiendo.
Intentaré dar mi opinión, por supuesto, desde el mayor respeto a las personas implicadas en este movimiento. Lo haré desarrollando cómo han sido mis impresiones y partiendo de que yo, en principio, estuve entusiasmada por lo que escuché en principio y de que creo que este movimiento ha tenido una consecuencia de excepcional importancia y es la apertura del colectivo individual de indignados, por cualquier circunstancia política social o económica, su identificación con un sector muy importante de la sociedad, no simbólica sino física, de bulto, numérica. Esto creo que es importante, los partidos políticos, los vigilantes del sistema político, todos, podemos ahora afirmar que tenemos conciencia clara de que al igual que a cada uno de nosotros, a muchos más, no les gusta cómo funciona el sistema, un sistema aparentemente democrático pero en el que los resultados de su funcionamiento no son claramente ajustados a los fundamentos sociales que todos acordamos respetar cuando nos dimos nuestra Constitución, cuando confiamos en los representantes políticos a que votamos para que los desarrollen legislativamente,….
Podemos afirmar que muchos no estamos de acuerdo con los resultados de nuestro actual sistema político, entendido este en sentido amplio. Esto se traduce en que los principios más difundidos entre la población en general y también más manipulados políticamente para atraer nuestro voto, no son respetados en el funcionamiento normal de las instituciones y claro, nos sentimos estafados doblemente porque contribuimos a su fundación y pervivencia y porque lo financiamos nosotros, todos.
Hasta aquí perfecto. Estoy totalmente de acuerdo. YO TAMBIÉN ESTOY INDIGNADA, MUY INDIGNADA.
Pero luego, con mi entusiasmo revolucionario en alza y animada por los primeros representantes de este movimiento, que escuché en diversos medios de comunicación, me fui a Sol. Lo que encontré sencillamente, en general, salvo excepciones, es decir, igual, igual que entre la clase política y entre los actos diarios, sociales, políticos, laborales, individuales…, retomo la frase, encontré que no se representaba esa indignación real de la que hablo. Los carteles que fotografié y compartí con vosotros no me parecieron adecuados si lo que se quería era mostrar a la clase política el motivo de nuestra indignación. Más bien, lo que yo observé fue un montón de grupos de distinta naturaleza, cada uno realizando sus reivindicaciones, y mostrándolas públicamente, en algunos caso, con un mal gusto que roza el insulto.
Yo apoyo y apoyé a los primeros representantes de este movimiento, apoyo, apoyé y apoyaré el “derecho” y la conveniencia de que los acampados no sean desalojados de forma violenta. Pero hemos llegado a un punto en el que los cauces por los que se desarrollen las reivindicaciones de este colectivo, pienso de deben reconducirse hacia formas en que no se perjudiquen los derechos de otros ciudadanos, indignados también, que comparte seguramente algunas de las apreciaciones de los distintos grupos allí acampados, pero a los que se les está cercenando el derecho a trabajar libremente e incluso a pasear libremente por un lugar público. Creo que existen muchas alternativas para conciliar intereses: encauzar las reivindicaciones política o asociativamente, trasladar la acampada a un lugar menos concurrido y que no produzca perjuicios económicos tan elevados,…..seguro que si tantas personas nos ponemos a pensar, encontramos la manera de no acallar la voz pero respetar a los que desean continuar con sus obligaciones o deseos y respetar el derecho a difundir sus ideas del colectivo 15 de Mayo.
Otra cuestión que me ha sorprendido, es la polarización que se ha producido, en un principio parece que este movimiento era integrador, acogedor, cualquiera con una reivindicación fundada tenía cabida. Ahora, mi percepción es que o se está a favor totalmente, indiscutiblemente o se está en contra. Se les desaloja a palos o se les permite que ellos decidan cuando se van, perjudiquen a quienes perjudique. Cualquier afirmación se trae a esta pauta y creo que esto es muy injusto y que no refleja la realidad social, la opinión de la mayoría respecto al problema, al conflicto en el ejercicio de derechos, que se nos ha presentado como sociedad.
No conozco íntegramente las declaraciones de Rouco, ni soy su sobrina ni amiga, ni estoy de acuerdo con muchas de sus afirmaciones anteriores, pero lo que he escuchado, entra dentro de lo razonable en un representante de la Iglesia católica. Según he apreciado habla de otro problema de los jóvenes y, en mi opinión, de toda la sociedad, y que tiene mucho que ver con las creencias más intimas de cada ser humano y con la forma en que estas inciden en la toma de decisiones y posturas a lo largo de la vida. Si nos ponemos le podemos sacar punta a cualquier comentario, sin duda. Pero, de lo que se trataba era de cambiar cosas, ¿no?, eso pasa por respetar y entender y voy a volver a lo dicho anteriormente, a dejarnos convencer de las bondades de cualquier idea, si es que las tiene.
Propongo algo, continuemos ejerciendo nuestro derecho como indignados, pero ahora en la vida diaria. Bueno, algunos seguro que ya lo hacemos. Opongamonos a lo que nos parezca indignante, manifestándolo, quejándonos, actuando cada día, dando alternativas más respetuosas sin dejar de defender nuestra dignidad…en el trabajo, en el Banco, con los vecinos, amigos…: Cansado, os aseguro que es muy cansado, pero quizás es el primer paso: pasos individuales, seguros y convencidos, y además valientes, repetidos, constantes…es decir comprometiéndonos con nuestro pensar y sentir, dejando que se vea y se perciba en nuestros actos diarios. Sí creo que ese podría ser un buen principio.
Me gusta sentirme rodeada de personas capaces de significarse, de dar a conocer sus creencias sin reparos. Esta forma de actuar, sencilla, directa,…nos da la oportunidad de poder darnos que pensar, ver desde otros puntos de vista. Hace poco uno de vosotros me trasladó lo que creo que son unas palabras sabias, no recuerdo el autor, más o menos decía que existen textos y teorías varias que quieren enseñar a convencer a los demás pero que no existe ninguno que enseñe o guié en el “dejarse convencer”.
Yo he intentado dejarme convencer, de veras,…No me mola nada tener que trasladar esta visión pero, tal como yo lo veo, desde mi parcial, sesgado y condicionado punto de vista, que he intentado depurar hasta el máximo, porque cómo digo, me hubiese gustado participar en este movimiento 15 de Mayo, tanto personalmente como difundiendo sus excelencias: No puedo.
Me he decidido a escribir estas palabras porque no me parecía muy honesto no manifestarme ante algunas de las noticias o informaciones que estamos compartiendo.
Intentaré dar mi opinión, por supuesto, desde el mayor respeto a las personas implicadas en este movimiento. Lo haré desarrollando cómo han sido mis impresiones y partiendo de que yo, en principio, estuve entusiasmada por lo que escuché en principio y de que creo que este movimiento ha tenido una consecuencia de excepcional importancia y es la apertura del colectivo individual de indignados, por cualquier circunstancia política social o económica, su identificación con un sector muy importante de la sociedad, no simbólica sino física, de bulto, numérica. Esto creo que es importante, los partidos políticos, los vigilantes del sistema político, todos, podemos ahora afirmar que tenemos conciencia clara de que al igual que a cada uno de nosotros, a muchos más, no les gusta cómo funciona el sistema, un sistema aparentemente democrático pero en el que los resultados de su funcionamiento no son claramente ajustados a los fundamentos sociales que todos acordamos respetar cuando nos dimos nuestra Constitución, cuando confiamos en los representantes políticos a que votamos para que los desarrollen legislativamente,….
Podemos afirmar que muchos no estamos de acuerdo con los resultados de nuestro actual sistema político, entendido este en sentido amplio. Esto se traduce en que los principios más difundidos entre la población en general y también más manipulados políticamente para atraer nuestro voto, no son respetados en el funcionamiento normal de las instituciones y claro, nos sentimos estafados doblemente porque contribuimos a su fundación y pervivencia y porque lo financiamos nosotros, todos.
Hasta aquí perfecto. Estoy totalmente de acuerdo. YO TAMBIÉN ESTOY INDIGNADA, MUY INDIGNADA.
Pero luego, con mi entusiasmo revolucionario en alza y animada por los primeros representantes de este movimiento, que escuché en diversos medios de comunicación, me fui a Sol. Lo que encontré sencillamente, en general, salvo excepciones, es decir, igual, igual que entre la clase política y entre los actos diarios, sociales, políticos, laborales, individuales…, retomo la frase, encontré que no se representaba esa indignación real de la que hablo. Los carteles que fotografié y compartí con vosotros no me parecieron adecuados si lo que se quería era mostrar a la clase política el motivo de nuestra indignación. Más bien, lo que yo observé fue un montón de grupos de distinta naturaleza, cada uno realizando sus reivindicaciones, y mostrándolas públicamente, en algunos caso, con un mal gusto que roza el insulto.
Yo apoyo y apoyé a los primeros representantes de este movimiento, apoyo, apoyé y apoyaré el “derecho” y la conveniencia de que los acampados no sean desalojados de forma violenta. Pero hemos llegado a un punto en el que los cauces por los que se desarrollen las reivindicaciones de este colectivo, pienso de deben reconducirse hacia formas en que no se perjudiquen los derechos de otros ciudadanos, indignados también, que comparte seguramente algunas de las apreciaciones de los distintos grupos allí acampados, pero a los que se les está cercenando el derecho a trabajar libremente e incluso a pasear libremente por un lugar público. Creo que existen muchas alternativas para conciliar intereses: encauzar las reivindicaciones política o asociativamente, trasladar la acampada a un lugar menos concurrido y que no produzca perjuicios económicos tan elevados,…..seguro que si tantas personas nos ponemos a pensar, encontramos la manera de no acallar la voz pero respetar a los que desean continuar con sus obligaciones o deseos y respetar el derecho a difundir sus ideas del colectivo 15 de Mayo.
Otra cuestión que me ha sorprendido, es la polarización que se ha producido, en un principio parece que este movimiento era integrador, acogedor, cualquiera con una reivindicación fundada tenía cabida. Ahora, mi percepción es que o se está a favor totalmente, indiscutiblemente o se está en contra. Se les desaloja a palos o se les permite que ellos decidan cuando se van, perjudiquen a quienes perjudique. Cualquier afirmación se trae a esta pauta y creo que esto es muy injusto y que no refleja la realidad social, la opinión de la mayoría respecto al problema, al conflicto en el ejercicio de derechos, que se nos ha presentado como sociedad.
No conozco íntegramente las declaraciones de Rouco, ni soy su sobrina ni amiga, ni estoy de acuerdo con muchas de sus afirmaciones anteriores, pero lo que he escuchado, entra dentro de lo razonable en un representante de la Iglesia católica. Según he apreciado habla de otro problema de los jóvenes y, en mi opinión, de toda la sociedad, y que tiene mucho que ver con las creencias más intimas de cada ser humano y con la forma en que estas inciden en la toma de decisiones y posturas a lo largo de la vida. Si nos ponemos le podemos sacar punta a cualquier comentario, sin duda. Pero, de lo que se trataba era de cambiar cosas, ¿no?, eso pasa por respetar y entender y voy a volver a lo dicho anteriormente, a dejarnos convencer de las bondades de cualquier idea, si es que las tiene.
Propongo algo, continuemos ejerciendo nuestro derecho como indignados, pero ahora en la vida diaria. Bueno, algunos seguro que ya lo hacemos. Opongamonos a lo que nos parezca indignante, manifestándolo, quejándonos, actuando cada día, dando alternativas más respetuosas sin dejar de defender nuestra dignidad…en el trabajo, en el Banco, con los vecinos, amigos…: Cansado, os aseguro que es muy cansado, pero quizás es el primer paso: pasos individuales, seguros y convencidos, y además valientes, repetidos, constantes…es decir comprometiéndonos con nuestro pensar y sentir, dejando que se vea y se perciba en nuestros actos diarios. Sí creo que ese podría ser un buen principio.
jueves, 5 de mayo de 2011
2ª Parte Expo Heroínas

Me ha gustado más esta parte de la exposición. Las obras de John William Waterhouse son misteriosas, atrayentes, dónde se pueden imaginar historias, llenos de simbolismo.
Me quedo con “El círculo mágico”.
La obra que más me ha gustado es la imagen que he subido, “Medea” de Evelyn de Morgan, simplemente hermosa.
De los autorretratos de Rosalía Carriera , vaporosos, y sin embargo con gran personalidad, destacaría los ojos, transmitían vida desde la observación minuciosa, eso me ha parecido.
Ha destacar: “Lydia leyendo el periódico matinal” (Mary Cassatt), impresionista, luminosa, reluciente. La postura de la lectora, serena, concentrada, abandonada al interés de lo que lee.
Entre las obras más modernas, autoras contemporáneas. Me ha gustado el homenaje a Santa Teresa de Marina Abramovic, “sencillamente, impresionante”, por algo más que su tamaño, pero no puedo definirlo ahora. Y también “Bamboo” de Julia Fullerton Batten.
En fin, un rato muy agradable. Estas "cosillas", las escribo para mí, básicamente para no olvidarme. No tengo conocimientos especialmente relevantes en esta materia, son sensaciones, lo que quiero transmitir a quién le apetezca compartir un rato conmigo y con ellas, mis sensaciones.
martes, 3 de mayo de 2011

No tenía ni idea, por eso busqué información, esta me parece “cercana” y entendible, ¡Qué pasote, ¿eh?, y dicen que vivimos en decadencia!(aún literaria y mitológica).
Ménades y Bacantes:
“En la mitología griega, las Ménades son seres femeninos divinos estrechamente relacionados con el dios Dionisio (Baco para los romanos), dios supuestamente originario de Tracia y Frigia. Las primeras ménades fueron las ninfas que se encargaron de la crianza de Dioniso, y que posteriormente fueron poseídas por él, quien les inspiró una locura mística. Esto las contrapone a las Bacantes o Basárides, mujeres mortales que emulan a las ménades, que se dedican al culto orgiástico de Dionisios. No hay unanimidad, sin embargo, en estas acepciones. En muchas fuentes Ménades y Bacantes son sinónimos, entendiéndose por Bacante la acepción latina de Ménade
Literalmente Ménades puede traducirse por "las que desvarían". Se las conocía como mujeres en estado salvaje y de vida enajenada con las que era imposible razonar. Se decía de ellas que vagaban en bandas rebeldes o Thiasoi por las laderas de las montañas. Los misterios de Dionisos, el dios del vino, el misterio y la intoxicación, les llevaban a un frenesí extático. Se permitían dosis importantes de violencia, derramamiento de sangre, sexo y auto-intoxicación y mutilación. Se las representa pictóricamente a menudo ataviadas con coronas de hojas de vid, vestidas con pieles de cervatillo, llevando el Thirsus, (del griego Thyrsoi), una varita con una piña en la punta y adornada con hiedra u hojas de vid, y danzando con el abandono salvaje a la naturaleza primaria. Se supone también que llegaban a practicar en su éxtasis el esparagmos, o desgarro de sus víctimas en trozos tras lo que ingerían su carne cruda (antropofagia)”.
(Wikipedia)
Lo que más me gustó de la expo “Heroínas” (Thyssen):
“Soledad”, Frederic Lord Leighton
Todas las obras de Jules Bretón, sobre todo “La estrella del pastor”(impactante, suaves pinceladas, cálidos colores y dureza en la expresión, herramientas apropiadas, subsistencia, dureza, y su estrella contemplándolo todo.
“Ménades exhaustas después de la danza”, Sir Lawrence Alma Tadema
“Perseo perseguido por ménades” Charles Gleyre ( Precioso, bueno, a Perseo no se le veía muy contento, no :)
“Diana cazadora” Rubens
“Amazona y centauro” Franz Von Stuck (Me encantó, especialmente expresivo)
“Jóvenes espartanas desafiando a sus compañeros” (tierno, delicado, vivo,…) Degas
A ver si, en unos días, puedo ir a ver la segunda parte.
lunes, 21 de febrero de 2011
Sigo descubriendo poetas. ¡Qué poco sé ...!

Sólo tu amor y el agua...
Sólo tu amor y el agua... Octubre junto al río
bañaba los racimos dorados de la tarde,
y aquella luna odiosa iba subiendo, clara,
ahuyentando las negras violetas de la sombra.
Yo iba perdido, náufrago por mares de deseo,
cegado por la bruma suave de tu pelo.
De tu pelo que ahogaba la voz en mi garganta
cuando perdía mi boca en sus horas de niebla.
Sólo tu amor y el agua... El río, dulcemente,
callaba sus rumores al pasar por nosotros,
y el aire estremecido apenas se atrevía
a mover en la orilla las hojas de los álamos.
Sólo se oía, dulce como el vuelo de un ángel
al rozar con sus alas una estrella dormida,
el choque fugitivo que quiere hacerse eterno,
de mis labios bebiendo en los tuyos la vida.
Lo puro de tus senos me mordía en el pecho
con la fragancia tímida de dos lirios silvestres,
de dos lirios mecidos por la inocente brisa
cuando el verano extiende su ardor por las colinas.
La noche se llenaba de olores de membrillo,
y mientras en mis manos tu corazón dormía,
perdido, acariciante, como un beso lejano,
el río suspiraba...
Sólo tu amor y el agua...
Pablo García Baena.
domingo, 16 de enero de 2011
Niñas jugando


Ayer fue un día muy especial, el espantoso catarro que tengo, creo que en vez de ralentizar mi pensamiento, hizo que estuviese más receptiva ante el torrente de sensaciones, emociones e información que recibí el sábado. Lo acogí todo con la mayor receptividad y confianza porque eso es lo que me merece Marga, la profe o quizás mejor diría la niña que nos guió por un jardín repleto de colores brillantes, olores maravillosos, indescriptibles (esto también puede ser que no respiro bien), y sabores dulces, de gominola de lima y chicle de hierbabuena,…y de sensación de sorpresa, de descubrimiento.
Ayer volví a mi infancia, para cuidarme. ¡Que curiosa es la vida! ¿Recordáis? cuando hace algunas entradas …”cuidaré de ti pequeña”!. Pues eso hice ayer, me perdoné por ser tan buena sin esperar beneficio, por querer colaborar hasta en lo que no es conveniente hacerlo, por querer que me quieran y no entender el porque todo eso no daba como resultado de esa simple ecuación un sentimiento de amor incondicional. Si total no había riesgo, no suelo tener necesidad de utilizar esa incondicionalidad, pero hubiera sido maravilloso sentir seguridad. Como cuando mi madre me da la mano y el sueño sereno llega. O cuando algún buen amigo, te dice: “tranquila, esto pasará”.
Bueno, el caso, es que ayer participé en un taller de crecimiento personal para mujeres, dónde el fin era recordar nuestra etapa de niñas, conocer qué necesitábamos y no tuvimos, y darnos a nosotras mismas lo necesario para dejar que arrastrar esas carencias.
Me sorprendí a mi misma. Llegué inquieta, me costó decidirme por la foto que llevar y también el objeto que evocase la niñez. Finalmente llevé un calcetín rosa, su tacto me recuerda uno que chupaba de pequeña, me gustaba su tacto. La foto que llevé fue la que colgué, la de mi Primera Comunión.
Y así, nos fuimos, 5 niñas de Lega, de camino a la infancia. En Callao se nos unirían 11 más.
Nos observamos, bailamos, jugamos,….libres y sin complejos, fue fantástico. Tengo que decir que tuve cierta ventaja, porque la música que emplearon la conozco bien, era música celta, y la he empleado en ocasiones para relajarme.
Luego, visualización, relajación,….Cuando nos acunamos fue estupendo. Me sentía receptiva, relajada, atenta, ilusionada, pero cuando más emocioné fue cuando ví a una compañera llorando, mientras explicaba el motivo,…no pude controlar las lágrimas, no eran de pena, no se podía hacer nada, eran de consuelo, quería llorar con ella, era una forma de solidarizarme.
También hubo algo que no me molo nada, concretamente una opinión. Me cansa que algunas mujeres nos escudemos en la sociedad, bueno, las mujeres y cualquier colectivo, para justificar nuestros comportamientos. ¿Dónde queda la libertad individual?. Porque no, de lo que hablábamos era de resistirse o no a ser competitivo y a pasar por encima, o no, de los sentimientos de otras personas para lograr tus objetivos. Me acordé de Ricardo, hemos hablado mucho sobre el tema y finalmente me convenció. También yo lo he sentido a veces, sientes que vas a decidir y eres consciente de que puedes dañar, de que podrías falsear la realidad y estas seguro casi al 100% de que nadie lo sabría nunca. Pero no, decides ser tu, seguir tus valores aunque la “sociedad”, tal como esta chica argumentaba , te presione, y seguir siendo un ser humano, conectado invisiblemente a otras personas a las que no es necesario dañar por conseguir tus objetivos. Ahí precisamente estas tu, y tus hechos son parte de ti, con ellos vas trazando tu camino, y más, yo creo que también tu destino. Y recordé otro buen amigo, José. Que también me ha convencido con sus argumentos.
Otra de las actividades que hicimos fue, tras una relajación bastante profunda, preguntarnos ¿Qué necesitamos?, preguntar a nuestra niña. Luego intentamos contestar utilizando la mano izquierda para escribir. Fue sorprendente, lo que escribí fue: paz, cariño, ver bondad, creer en el hombre, música serena en el alma, sonrisas desde el corazón, observar, esperanza desde la consciencia, sentir a Dios conmigo.
Creo que en los próximos días iré sabiendo o intuyendo más.
Ayer estaba conmigo mucha gente querida. Cuando hicimos la última visualización y traje a mi mente a las mujeres importantes y queridas de mi vida: recordé a mi madre, abuela, hermana, tías, …y varias amigas. Algunas de ellas surgieron de forma automática en mi mente, otras tuve que pensarlas. Pero a las que traje y atraje con admiración y cariño, distinto al meramente familiar, fue a mis profesoras. ¡Cuánto tengo que agradecerles!, Cristina, Mª José, Pilar, Mª Belén,…de alguna otra no recuerdo el nombre, pero la veo en mi mente como si la tuviese delante. Mujeres que además de buenas profesionales, funcionaban en modo “mujer” sin complejos, con naturalidad, sin pedirle permiso a nadie, con inteligencia. Y a las que seguro que la “sociedad” no logró condicionar con sus "presiones" tanto como para no involucrarse socialmente y dar lo mejor de sí laboralmente sin pisar a nadie y sin competir. Estaban muy ocupadas ayudando a niñas como yo, con las que se arriesgaron sin necesidad y por las que apostaron aunque socialmente quizás no les resultase del todo rentable o bien visto. Gracias, por vuestra enseñanza, parte de ella fue vuestro ejemplo como mujeres.
Una de mis profesoras, hace poco, me felicitó y me deseo suerte, me emocionó únicamente suerte,del resto, me dijo, sabe que me encargo yo en todo lo que puedo ....¡.Que por nosotras no quede!, no nos escondamos, que la valentía y la justicia no se aparten de nuestro corazón.
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