lunes, 9 de agosto de 2010

Autismo



Estos días ando un poco baja de ánimo, tengo unas aftas en la boca que no me dejan comer bien, y no me apetece mucho hablar porque también así me molesta, eso se une a unos dolores de cabeza, sostenidos, no muy fuertes pero incómodos. Estas circunstancias más el mayor tiempo que ahora tengo y que tengo que aprender a gestionar, el cansancio acumulado, las pérdidas afectivas recientes, y que ahora puedo apreciar con calma, la bronca virtual con un compañero, en fin, que no estoy en mi mejor momento aunque yo, que me conozco, se que tampoco es que sea malo, sencillamente es distinto, yo lo llamo, mis tiempos de autista.
No creía que se notaba tanto, pero hoy una compi me dijo que me encontraba triste, y sí, hoy lo estoy, así que para que esa tristeza también sea creativa cuando venía de la depilación láser, me he comprado un bikini :))) monísimo, azul.
Luego he ido a casa de mis padres a recoger la mochila y la cantimplora, las mismas que usé hace 30 años cuando era boy-scout, ¡están impolutas!, ya dice mi madre: ¡Quien guarda halla!.Que majos, mis padres, acababan de despertar de su siestecita, con la carita descansada, contentos de verme, sin dudar han estado dispuestos, hemos bajado al trastero a por las cosas y, claro, imposible no encontrarlo, todo colocado, en orden, limpio.
Cuando he tenido en casa la mochila he recordado que la última vez que la utilicé aún vivía con mis padres, en otra casa, yo era una adolescente y ellos unos adultos sobre los 40 años, se unió todo, mi revolución hormonal y la suya. Ahora, también recuerdo algunas de las cosas que decían, que contaban, cómo se sentían atrapados en esa mediana edad, con algunas inquietudes rotas, intentando aceptarlo y encima con dos hijas adolescentes. Debió ser difícil también para ellos.
Mis padres, se preguntaban, a su manera, por las grandes cuestiones que inquietan a los hombres, por la guerra, el amor, la libertad, el dominio de sus propias vidas,….fueron menos afortunados que yo, tuvieron que sujetarse más tanto de obra como de pensamiento. No eran tiempos fáciles.
Precisamente, también hoy, con otra compi, hablaba sobre lo diferentes que somos las personas, la diferente lectura que pueden tener unos hechos según quien las observe. Lo descubrí tarde, aún me resisto a aceptarlo posiblemente por eso creo que cada vez soy menos tolerante en la práctica, aunque, ¿cómo voy a serlo ahora que al fin he descubierto que hay cosas que considero intolerables?, lo descubirió mi cuerpo, no sólo yo, son mis sentimientos, que no me dejan, y se bloquean si no actúo contra lo que me chirría por dentro.

Durante muchos años mi condición, y educación, de católica, tuvo mucho que ver en mi concepción del hombre, y sigue costándome ver la maldad, como la que surge de actos en los que el hombre tiene la posibilidad de elegir, sólo el estudio del Derecho ha podido mitigar un poco este pensamiento, negarme a ver los errores de las personas o su condición negativa puede llevar a la injusticia de tratar a todo el mundo igual, y eso lleva a una injusticia mayor para las personas que intentan ser buenos que lograr elegir teniendo en cuenta las consecuencias de sus acciones, respetar a los demás, ponerse en su lugar.

Amelia dice que debería divertirme más. Yo también lo pienso a veces, pero cuando me ensimismo en un libro y viajo por la India, como ahora, o cuando me paso la tarde en una comisaría de Oslo, también me divierto, incluso cuando estudio y me como el coco pensando en cómo resolver un caso, bueno eso divierte y apasiona, porque resolver un caso, redactar una demanda, defender una vista es una creación, puedes darle y darte en ella.

Y ahora que me acuerdo: cuando vi la exposición “Monet y la Abstracción” pude ver un documental sobre la vida del autor, se dedicaba a pintar, casi aislado del mundo, durante los últimos treinta años de su existencia, el artista trabajó en torno a su jardín de agua de Giverny y además aquejado de cataratas en una buena parte de ese tiempo. Pueden surguir cosas bellas por no verlas del todo o verlas distorsionadas, como cuando pones los ojos achinados o utilizas un calidoscopio.

Yo a veces, me confundo, sé como son las cosas o las personas pero algo en mi no quiere aceptarlas en su parte negativa y entonces me las invento un poquito justifico acciones, doy oportunidades, será para sobrellevarlas mientras las asimilo, porque siempre lo hago aunque con un poco de retraso.Me cuesta distanciarme de las personas, quizás porque cuando ves la parte más humana, siempre encuentras algo apreciable aunque lo negativo haga que no compense y finalmente tenga que alejarme. Intentaré ser más rápida desmontando mis fantasías, algo así como ¡¡¡Splas!!! Y ya está, todo tal como sea, con sus colores reales, su acierto o error, su pena o alegría,su amor y desamor….

2 comentarios:

José Ramón dijo...

Antes de tus proyectadas excursiones has hecho aquí toda una excursión mental, y desde luego has recorrido diversos y dispersos paisajes. Se me ocurre tanto que comentar que lo voy a hacer en píldoras concentradas para no extenderme demasiado./ Ante el dolor y las preocupaciones es muy frecuente la tendencia a replegarse. / Veo que tu sentido del orden y la limpieza vienen de familia./ Refieres pero no acabas de contar: me quedo con ganas de saber qué situación vivieron concretamente tus padres./ Una cosa es lo que honestamente cada uno puede ver desde su punto de vista único y otra es lo que las personas ponen y añaden a su mirada con su actitud, con lo que buscan: hay quien no quiere ver sino lo que lo que le conviene a sus intereses o egoísmos, y desde ellos puede tergiversar toda visión o vivencia./ Me alegra que hayas ido aprendiendo a no aceptar lo inaceptable./ Actos con posibilidad de elegir en la vida: todos, salvo en la persona que deje de ser quien es por enajenación; a cada momento estamos decidiendo qué vamos a hacer, somos forzosamente libres, como han sostenido desde Ortega hasta Sartre./ El catolicismo cree en la maldad./ Ocurre que algunos católicos aprenden y asumen formas peligrosas de “ser bueno”, que por ejemplo les pueden hacer sentirse obligados a redimir a los abusadores o a gentes de poca calidad personal que se les acerquen./ Se puede querer cambiar a alguien que haya apostado por el abuso en la vida, pero sin ingenuidad, partiendo de la realidad, sin engañarse ante lo que vemos, y teniendo visión sobre lo que se puede esperar; la distorsión puede ser buena para algunas formas de arte, pero para la visión de las realidades que nos afectan e interesan es un grave error y suele pagarse./ Me parece bueno y acertado no perder de vista la parte mejor, más humana y buena de las personas, incluso de aquellas en las que esa parte no es la que más pesa, pero es necesario tratar de ver su fondo, por qué se mueven, cuál es su calidad personal, la que han construido con sus elecciones, con sus apuestas vitales, con su modo de vivir; y hay no pocas ocasiones en que la comprensión no debe quitar el tomar las medidas oportunas. Baste pensar que es frecuente entre las “maltratadas crónicas” el soler ver “la parte más humana”, lo que les impide separarse oportunamente de quien las trata... inhumanamente. De la calidad de las personas que metemos y mantenemos en nuestro mundo personal depende en alta medida nuestra felicidad. Los que se meten a redentores y ayudantes perpetuos del prójimo –a veces de casi cualquiera que se les acerque-, sin tener en cuenta lo que ellos mismos necesitan suelen ser objeto de frecuentes abusos y no pocas veces se dan mala vida a sí mismos./ Yo no confundiría la diversión con algunas de sus formas concretas, por ejemplo con las que implican más actividad externa; ese divertirse en otros mundos a través de la literatura, o esa fruición que se siente al ejercer creativamente alguna actividad vocacional están para mí entre los modos más excelsos de diversión. Otra cosa es que no debamos descuidar algunas necesidades de la vida, que por meternos demasiado en un cómodo mundo propio nos olvidemos de las decisivas relaciones personales –lo que no quiere decir tampoco obligarse a algunas relaciones concretas: sólo nos pueden dar algo que merezca la pena las que vivimos desde lo que auténticamente somos y sentimos./ En fin, Marieta, tómatelo con calma, “saldrás a la vida” poco a poco, es necesario porque vivir es tratar de plasmar en el mundo “de fuera” algunos deseos o ilusiones personales que vamos descubriendo dentro./ Pues menos mal que he “resumido en píldoras” que si no.... Bueno, ya sabes que puedes contar conmigo cuando quieras, porque lo que yo quiero es que mejores ese ánimo y ese cuerpo (no pocas veces da resultado probar en este orden). Así que piensa en buenos motivos para elevar el ánimo, ¿eh?, mira que si no voy a ir p’allá :-) ¡Arriba esos ánimos, sí, tú, preciosa, la del bikini azul, guau! :)))

Marieta dijo...

Buenas reflexiones, buenos argumentos, buenas palabras. Siempre me ayudas a pensar y tras la conversación siempre queda el poso de realismo aderezado con humanidad y ternura.
Bueno, ya me siento mucho mejor, ayer ya pude comer casi bien, ¡Tengo unas ganas de comerme un bocata, que no veas!, esa sí es una buena relación, :)), jamón,crujiente pan,...¡Uhmmm!. y tus palabras como melodía, de esas que finalmente acabas tarareando.
Y ya está, pan y palabra, sinceridad y afecto y... se hizo la luz y llego la sonrisa suave como también son mis bajoncillos. Sonrisas grandes, compartimos cuando quieras, ya organizaremos algo creo que me toca moverme a mi Gracias querido José.