sábado, 31 de julio de 2010

Cambios, cambios,....¡no quiero marearme!

Daniela ya no trabaja en mi casa, ahora me ocuparé de nuevo de la casita. Esto no debe ser muy normal,...pero, me apetece, sí, ahora tendré más tiempo y me gusta cuidar mis cosas. Nunca me gustó atesorar , y las cosas, de todo tipo, que adquiero,intento que me llenen, que me digan cosas, me transmitan algo, sean bonitas. Creo que lo he conseguido, así que cada objeto o mueble que limpio me recuerda porque lo elegí. Bueno, no siempre, claro, a veces es un rollo. Aunque me mola recuperar la intimidad, es algo que no acabé de encajar.
He sentido trastornar sus ingresos, los de Daniela, pero así compenso el recorte de salario. Así que Zapatero tiene alguna responsabilidad en esto, ...bueno, he aprovechado la ocasión, porque según pasa el tiempo, entiendo menos a este Señor.
Bueno, ni a él ni otras muchas personas. Ayer, le contaba a Amelia que cada vez siento más patente la brecha social que está produciendo la crisis actual. Es lamentable tener que escuchar a personas, que claramente no desean trabajar, o que claramente intuyes que lo están haciendo ilegalmente y percibiendo prestaciones por desempleo, y minutos más tarde, escuchar la desesperación de quien no tiene nada, comparte habitación junto a sus hijos y sobrevive con cuatrocientos y pico euros. Es indignante, las personas que defraudan no imaginan el daño que están produciendo, los recursos no son ilimitados y lo que ellos perciben lo detraen de lo que podría ayudar a personas en situaciones realmente dramáticas. La brecha entre estos colectivos es cada vez mayor, el número de personas cercanas a la exclusión social es muy elevado en el sur de Madrid. Con la inexistencia de recursos económicos, llega la imposibilidad de buscar empleo, de acudir a las entrevistas, el transporte es caro, su aspecto físico empeora, por esa misma falta, también llega la carencia de alimentos, la enfermedad, el desánimo, la depresión,...El viernes un señor me contaba que le daba vergüenza salir a la calle, porque no tenia empleo hacía mucho tiempo y ya no tenía cobertura ni ahorros,...a veces me cuesta despedirme con un :¡Suerte!, cuando casi sé que es imposible que la tengan.
Hemos tenido una niña en prácticas, viva, dispuesta y sensible, y el último día nos llevó unos bollos y chocolates y puso una especie de pancarta agradeciéndonos los aprendido, ¡que encanto!. Un día lloraba de impotencia cuando escuchaba la situación desesperada de un demandante al que no podíamos enviar a ninguna oferta. Es duro.Supongo que nuestros políticos no saben cómo nos sentimos cuando hacemos nuestro trabajo, quizás si lo entendiesen, respetarian más a los funcionarios.
La semana pasada ha sido especialmente dura, muchas mujeres, con muchas cargas, y sin ayuda de sus ex-parejas, extranjeras,también más enfermos, quizás esta situación enferma o ha sido casualidad, no se...Es difícil hablarles de las bondades de Internet como herramienta para encontrar empleo cuando...., en fin, es muy injusto, pero parece que ahora interesa más desmantelar los servicios públicos que dar servicios en calidad y mejorar y dotar humanamente estos, no sé si se dan cuenta de que los desfavorecidos, no son los clientes tipo de la CEOE. Para la CEOE son más adecuados los clientes que nos muestran algunas televisiones, ahora, dónde nos muestran cómo veranean los ricos,...¡No tengo palabras!
Creo que en mi ofi damos un trato muy humano, a veces me emociona escuchar a las orientadoras que tengo cerca, cualquier Estado, se sentiría orgulloso de tener servidores públicos de tal calidad.
Estoy cansada de incoherencias, somos un país de mentiras, y lo peor es que las aceptamos, no queda más remedio salvo que quieras pasar por loca. Por una parte defendemos que hay que esforzarse, no mentir, ser honesto, cumplir la palabra dada, trabajar, superarse...no hay familia que no diga esto a sus hijos, pero luego lo que se exigen son resultados, da igual la forma de obtenerlos, y no resultados racionales sino los que convenga difundir para los fines partidistas del momento. No lo entiendo.
El otro día mi sobrino, tras una charla sobre la violencia verbal y física, que soportó estoicamente, concluyó: ¡ tia, a veces no cabe otra solución que pegarse!, y es así, no es políticamente correcto, pero una vez lo fue "El juicio de Dios" era una institución jurídica, ¿Vamos a retroceder a la Edad Media?. En fin, honesta y limpiamente, en terreno neutral y sin artificios: hay unas cuantas personas con las que me pegaría, sí, con los puños. Casi estoy convencida de que con la palabra no podría convencerles.
Pero digo esto, e inmediatamente recuerdo a Luther King y su "Carta desde la prisión de Birmingham" y, de nuevo, surge la duda.

No hay comentarios: